Aprendiendo a ser una persona resiliente

Un termino que pareciera estar de moda últimamente, ¿no? Pues aquí el método para lograr ser una persona resiliente:

Últimamente hemos escuchado mucho éste término y quizá para muchos ya es algo conocido o bien un estilo de vida, si es así ¡Felicidades!, sin embargo sé que no es así para todos y por ello, te voy a explicar un poco más que implica o incluye el ser resiliente, para que sepas que te está faltando y puedas llevarlo a cabo o incluso puedas compartirlo con otros.

La resiliencia implica que sepas analizar tus expectativas, la empatía, el apoyo, la aceptación, el autocuidado, el mantener un aprendizaje constante, fluir en el presente, aprender, saber acompañar, entre muchas otras cosas. En realidad no es nada complicado, pero requiere estar muy consciente de tus pensamientos y acciones, quizá ahí es donde radica relativamente la dificultad, pero calma que no cunda el pánico.

Empecemos por el concepto de apoyo, éste tiene que ver con saber brindar y recibir este apoyo a tu red inmediata; que pueden ser amigos, familia o equipo de trabajo. Imaginemos un momento de crisis por una separación de pareja y tu pasándolo absolutamente solo (a), no es imposible salir adelante, pues se que a veces en ese preciso momento no hay nadie cerca o no podemos brindar ese apoyo inmediato, pero definitivamente el poder acercarnos con alguien hace mucho más ligera esa lucha y superación, además de ayudarnos a ver nuestras áreas de oportunidad.

Dentro del punto de la aceptación implica el poder detectar y aceptar las emociones que vamos teniendo o pasando, pues conforme vas a captando lo que ocurre, es menos probable que la frustración o la ira te ataquen y tomen desprevenido, además de que el simple hecho de resistirnos a aceptar algo (por mucho que no nos agrade), nos desgaste mucho más, nos canse y por ende nos roba energía haciéndonos menos productivos en todos sentidos.

La aceptación también tiene que ver con relajarnos en cuanto a nuestras enormes y muchas veces inalcanzables expectativas y con algunas cosas que no depende de nosotros solucionar o modificar, pues no tenemos la autoridad para cambiar el rumbo del resultado.

Y esto a su vez tiene que ver con el concepto de fluir en el presente, el aquí y ahora, haciendo una cosa a la vez, disfrutando eso que se está viviendo y que aunque a veces lo olvidemos, será irrepetible.

Comentaba al inicio de este post, que quizá esto sea algo de lo más complicado de hacer, pues la mayoría del tiempo estamos en piloto automático durante nuestro día y llenos de actividades, en las cuales difícilmente se vive o aprecia el aquí y ahora, sin embargo es una cuestión de reeducarnos mentalmente e intentar traernos de vuelta (enfocarnos) al presente, cada vez que nos percatemos de que ya nos fuimos de aquí.

La empatía es algo muy importante puesto que nos ayuda a ponernos en distintas situaciones a veces imaginarias, (ya que no nos han ocurrido), pero que nos ayudan a pensar o intentar sentir como nos sentiríamos, reaccionaríamos o pensaríamos si nos ocurriera ese otro escenario, que quizá nuestro amigo o familiar este pasando y así evitar hacer sentir mal a la otra persona, desanimarlo o saber como podríamos ayudarle de una manera más eficaz.

El autocuidado es sumamente importante, pues esto finalmente es la base de lo que te permitirá continuar siendo una persona resiliente.

¿Por que? Pues finalmente, si tu estás bien podrás continuar con estrategias para continuar en tu vida, y estar bien no solamente es sentirte bien, es cuidar tu descanso, tus hábitos alimenticios, mentales, comportamentales, en pocas palabras estar atento y alerta de ti, de tu cuerpo, tus necesidades, tus límites y sobre ello ir trabajando día con día, en pocas palabras es estar en mantenimiento continuo.

La cuestión del aprendizaje es fundamental, ya que en toda crisis se presenta también un aprendizaje, una oportunidad de crecimiento y de mejora, la cual depende totalmente de ti el poder obtenerlo o descubrirlo en cada una de tus experiencias, cada día, en cada nuevo reto u obstáculo a superar.

Y bueno, un concepto que no mencione al inicio y que es parte del poder ser resiliente es la esperanza, a final de cuentas lo que hicimos o no, ya es parte del pasado y no lo podemos cambiar, simplemente podemos aceptarlo y mirar hacia el futuro, anticipándonos a un posible cambio y posibilidades ante nuevos retos, para afrontarlos de una mejor o diferente manera, no dejándote dar por vencido.

Al final todas estas características o practicas, pueden ayudarte para comenzar a crear el hábito de ser una persona resiliente que es aquella persona que en algún momento, sus obstáculos o fracasos los verá como retos cumplidos y experiencias que le ayudaron a mejorar. Ser resiliente no es ser una persona insensible, dura, inexpresiva y que va contra todo y todos en el mundo, sin importar a quien pise en su camino.

Un ser resiliente, no es aquella persona a la que no le duele un fracaso o un tropiezo, una persona resiliente es lo suficientemente sensible y madura para permitirse caer cuando no hay queda más opción y luego de ello toma aire para retomar el sendero.

Una apersona resiliente, tomara un momento para tocar sus emociones, analizar su entorno, encontrar las mejoraras que puede tener y reconocer también sus aciertos para replicarlos o conservarlos.

Alguien resiliente, sabe que el camino no es fácil y aún así decide seguir caminando con la frente en alto, con la mejor actitud que es la de apertura y aprendizaje, listo para conocer, aprender y cambiar de estrategia las veces que sea necesario.

"Un ganador es un soñador que nunca se rinde"

Nelson Mandela